Estar en pareja debe ser motivo de bienestar y de disfrute pero a veces el sufrimiento y la incomprensión se instalan y la pareja no encuentra una vía de salida válida para ambos. La terapia de pareja permite que la mirada vaya hacia fuera y en la dirección de construir un futuro nuevo. Ambos miembros de la pareja son víctimas de su manera de pensar y del aprendizaje más o menos inconsciente de patrones y modelos de relación vividos en el seno de las propias familias y del propio ámbito social que rodea a cada uno. Cuando se juntan, todo esto choca y entra en conflicto. Aquí, el manejo de las situaciones, la tolerancia al otro y a las diferencias juegan un papel importante.
La terapia de pareja consiste en crear un espacio donde el objetivo que se plantea es abrir una vía franca y honesta de comunicación para que los miembros de la pareja puedan reconducir la situación de distanciamiento en la que se hallan instalados. Se trata de un espacio donde ahondar en deseos y pensamientos que inhiben el acercamiento hacia la otra persona y que están obstaculizando la convivencia y la comunicación con la pareja. La mayoría de los problemas tienen que ver con los afectos y los pensamientos inconscientes que tenemos y no con la otra persona.
Los conflictos domésticos suelen ser comunes en parejas distanciadas. Se discute por tonterías pero son solo la punta del iceberg. Detrás de estos conflictos aparentemente nimios hay un conflicto importante que está siendo desplazado.
No se trata de buscar culpables sino de poner palabras a los deseos implicados en la relación. Se requiere de un trabajo para conocer los pensamientos que están en la base de los conflictos y poder reconducirlos y que, de nuevo, vuelva a aparecer el interés en la pareja.
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