La terapia de grupo está indicada para trabajar de una manera más amplia, aprovechando la perspectiva que puede proporcionar cada persona del grupo a los distintos aspectos que se quieran trabajar. Puede ayudar también al sentido de pertenencia o humanidad compartida, de manera que no se vean los problemas como únicos y particulares, sino que el grupo pueda mostrar que ninguna persona se encuentra sola en sus conflictos.
El poder del grupo es extraordinario y muy eficaz en numerosas intervenciones, ya través de él se puede observar qué pongo en "el otro" que no veo de mí, o cómo puede otra persona del grupo servirme de apoyo en momentos determinados. Toda una oportunidad.