La mayor parte de los problemas psicológicos se asientan sobre la base de conflictos infantiles, esto ningún enfoque lo discute ya. Sin embargo, la inmensa mayoría de estos problemas se desencadenan en la juventud y la edad adulta. Es como si trajéramos una enorme fuerza para vivir, pero en el transcurso de la vida, con sus circunstancias y frustraciones, vamos haciendo crisis de muy distintas formas y por distintos motivos.
La psicoterapia con personas adultas a veces nos retrotrae a la raíz de nuestros conflictos y, a la vez, ha de ayudarnos a vivir nuestra realidad en el día a día. Ha de ser profunda y práctica a la vez. Ha de servirnos para comprendernos mejor con el objetivo de ser más felices hoy en día.