Un juez condena a veinte años de prisión a un hombre por homicidio.
Un padre quema las manos en el fuego a su hijo por haber robado en un mercado.
Una niña deja de jugar en el recreo porque uno de sus compañeros está haciendo trampas.
El alma de una persona ha sido condenada a pasar mucho tiempo en el purgatorio para que dios le perdone sus pecados y pueda ir al cielo.
Una mujer, tras ofrecerle por fin su empresa el trabajo que durante años ha dicho desear, no lo acepta sin saber por qué.
Un hombre, que perdió el avión que luego se estrelló y en el que murieron todos sus compañeros del equipo de balonmano, piensa que preferiría haber muerto como ellos.
Un drogodependiente dice que, si sus padres le hubieran dado “cuatro hostias a tiempo”, le hubiera ido mejor en la vida.
Una chica siente un extraño alivio que no puede entender al hacerse cortes en el cuerpo.
Una mujer es lapidada porque su hermano (no ella) ha cometido adulterio.
Un bebé nace en pecado original por lo que hicieron Adán y Eva en el comienzo de la humanidad.
Los dos miembros de una pareja, tras romper, critican duramente a la otra persona ante sus amigos, como si sólo esa persona fuera la única responsable de los problemas en la relación.
Un adolescente seminarista se quema la mano con una vela tras haberse masturbado.
Un ejército entero, bien avenido con sus vecinos del país de al lado, en pocos días tras declararse la guerra se convencen de que todos sus vecinos son despreciables, malvados y merecen ser invadidos y morir.
Una mujer reprende y desprecia a su amiga por ser infiel a su novio ocultando que ella está haciendo lo mismo a su marido.
Un extremista religioso cree que irá al paraíso si asesina infieles en nombre de su dios, aunque su religión dice que ese mismo dios prohíbe matar.
Una adolescente que defiende el poliamor se culpa por sentir rabia cuando su pareja se acuesta con otra chica.
Un hombre casado dice sonriendo a sus amigos que estar con prostitutas no es en absoluto infidelidad, pero que si su mujer se acostara con otro mataría a los dos.
Un asesor político le dice a su jefe que, si quiere tener más votos, nunca reconozca un error, que cuando le culpen sus rivales les acuse de ser mucho peores, y que se erija en salvador de todo el daño hecho a los ciudadanos por los políticos del gobierno rival anterior.
Un joven se siente culpable al independizarse y ver a su madre llorando y desaprobando su marcha.
Una mujer, desbordada de tristeza y llanto, observa cómo le viene insistentemente a su cabeza la idea de que ella no merece que pueda pasarle algo bueno.
Los hinchas de dos equipos de fútbol han de ser separados y contenidos por miles de policías para que no se agredan con furia mutuamente.
Un psicótico oye una voz que le dice que es culpable de los males de la humanidad y debe tirarse por el balcón para ser perdonado.
Un monje camina descalzo y se azota en una procesión religiosa haciendo penitencia por sus pecados.
A una chica “le sabe mal” no esperar a su amiga que llega más de una hora tarde aunque está harta, porque le ha hecho esto muchas veces y, además, nunca se disculpa.
Un delincuente, tras la muerte de su padre, roba sin darse cuenta de que no se ha tapado la cara en un cajero con cámaras.
Una mujer maltratada siente en el fondo de su corazón que tiene la culpa de que le peguen.
Un autónomo se manifiesta contra la administración pública por los recortes económicos a la sanidad y la educación, y a la vez evita declarar la mayor parte de sus ingresos sintiéndose con todo el derecho.
Un niño de cuatro añitos, cuando sus papás le dicen que se van a separar, les contesta que no lo hagan porque a partir de ahora se portará bien.
Una persona tiene un sentimiento extraño que consigue nombrar como "Creo que no tengo derecho a ser feliz".
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